Dios es el verdadero amor
Una vez alguien me dijo que la palabra amor en la Biblia podía ser cambiada por DIOS. "Ni las muchas aguas pueden apagarlo, ni los ríos pueden extinguirlo. Si alguien ofreciera todas sus riquezas a cambio de Dios, solo conseguiría el desprecio".
El único que es eterno, al único que nadie ha podido extinguir es Él. La verdad de la Biblia cambia los paradigmas de nuestra vida. Por su muerte cambió el tiempo del mundo, todos reconocemos que hay un antes y un después, pero lo que realmente toca nuestras vidas es el amor, ese es perfecto, es un amor que nos asegura eternidad y ningún otro se compara a Él, es el que nunca fallará. DIOS ES FIEL A SÍ MISMO desde el principio.

A lo largo del libro, en algunas ocasiones los amantes estuvieron separados, pero finalmente el fiel amor triunfó y eso es maravilloso, porque muchas veces nos podemos alejar de Dios, pero él nunca se cansa de buscarnos y amarnos. Es bueno recordar con el ejemplo de estos dos esposos que no podemos dar de lo que no tenemos, no podemos derramar gracia sobre otros si no hemos recibido gracia.
Permitámonos sentir el amor del Padre, el amor inagotable de aquel que se entregó en la cruz por nuestros pecados y el que se sigue entregando en su plenitud cada día para que podamos vivir en libertad, "el dio su vida para tener la mía". Vivimos en una sociedad donde se nos presenta el amor de maneras muy erradas, un amor que se agota, un amor que depende de lo físico y que permite a las personas decir: "ya no seguimos juntos porque se acabó el amor" y cuando escuchamos esto lo que en realidad debemos pensar "se terminó porque en realidad la esencia nunca fue el amor" porque el amor verdadero nunca se acaba, el amor que proviene de Dios es para siempre y eso incluso define nuestras relaciones familiares, de amistad y de noviazgo.
Dejemos que la órbita de nuestra vida, el camino por el cual transitamos sea el amor. La palabra de Dios dice: "Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor". (1 Corintios 13:13). De nada vale hacer tantas cosas si nos las hago por amor, si es otra mi motivación, entonces estoy mal enfocada. Volvamos a la esencia del amor, volvamos a Dios, volvamos a enamorarnos de verdad, volvamos a enamorarnos del héroe con la corona de espinas que se entregó por amor a nosotras.
Te invitamos a que te hagas las siguientes preguntas durante la semana ¿Es mi mayor motivación el amor de Dios? ¿Estoy amando a Dios y a mi prójimo de la manera correcta?
Esperamos que las palabras de este artículo hayan sido de edificación para tu vida y que este sea el comienzo del camino hacia el verdadero amor, Jesús nuestro Salvador. Déjanos tus comentarios en la parte de abajo y si quieres que te acompañemos en oración porque estás atravesando por un momento difícil, encantadas te acompañaremos en tu proceso, para eso escríbenos a nuestro correo electrónico: completaenti@gmail.com
¡Saludos y bendiciones a todas!